La pedagoga, la especialista a la que no quiero ir

By 14 de abril de 2021Pedagogía

Muchas son las personas para las que la figura del pedagogo/a no resulta representativa; bien sea por desconocimiento o por la doble moral que pende sobre un trabajo mal hecho. Pues bien, ha llegado el día de desestigmatizar  dicha opinión.

En ocasiones, los progenitores de los menores emplean  frases como  “no nos han enseñado a ser padres/ madres”, “no venías con un manual de instrucciones”. Y tienen toda la razón; nadie ha sido formado para recibir un bebé en sus brazos y que éste crezca a la vez que lo hacen la complejidad de sus problemas. Es por ello que, ante la preocupación por el desconocimiento parcial de una ciencia como es la educación,  se fue creando y modulando la figura de un profesional en el asesoramiento educativo, el pedagogo/a.

El pedagogo/a se define como un profesional de la pedagogía, ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza. Esto implica que el pedagogo/a tiene cualidades de maestro/a y está capacitado para instruir al alumnado, ya sean menores, jóvenes, adultos o de avanzada edad.

Así pues, ¿cuándo he de acercarme a esta figura educativa para pedir consejo u orientación?

  • Cuando existan dificultades en la continuidad del proceso educativo familiar y las visiones del mismo sean contrarias (métodos, objetivos, pautas, etc.)
  • Ante problemas de retraso madurativo, observando que su desarrollo no concuerda con la edad cronológica (falta de atención, respuestas infantiles, inmadurez, impulsividad)
  • Cuando presente problemas de aprendizaje escolar a nivel evolutivo como la atención, el lenguaje, trastornos de la cognición, etc.
  • Cuando las dificultades sean socioemocionales, problemas al emplear las habilidades sociales con naturalidad.
  • Ante problemas de rendimiento o fracaso escolar donde la motivación no encuentra su lugar y la actitud frente al estudio es negativa.
  • Cuando se necesite de orientación académica, personal y/o profesional.
  • Ante dificultades en la utilización del lenguaje oral o escrito.
  • Cuando el menor no tiene interiorizadas las técnicas y buenos hábitos de estudio.

Ahora que conocemos más de cerca al experto educativo, espero que su figura y profesión se os haga más cercana y no dudéis en consultar cualquier preocupación, ya que nosotros estamos para eso, para enseñar a enseñar.